Buenos días lectores de OC&C hoy traemos un tema un poco raro, cuanto menos
Alife la red social donde descansa en paz. Por decirlo de forma suave. Una especie de réquiem virtual a una persona querida.
Solo en 2012 ya pasaron a mejor vida tres millones de personas registradas en Facebook, eso dicen en un estudio nuestros amigos de consultora DAS; y las cifras van a más.
De seguir con esta tendencia en 2060, teniendo en cuenta el crecimiento demográfico actual, habrá más perfiles de personas difuntas que vivas.
En Facebook e Instagram ya se hicieron eco de estos datos antes que nadie y permiten convertir las cuentas activas de personas fallecidas en conmemorativas. Mientras que otras redes como twitter LinkedIn o Google + solo nos permiten eliminarlas siempre y cuando podamos probar que somos los familiares o personas con permiso legal.
Si todo esto es muy frio para ti y quieres que tus ser querido pueda ganar likes y pines o su similar en la otra vida tienes que probar Alife.
La idea que me ronda la cabeza, y supongo que a más gente por ahí, es a quién se le ocurrió esto.
Pues según Jordi Martínez la idea de crear Alife surgió de una película: La memoria de los muertos, de Omar Naim. En ella, los familiares de un fallecido reciben un video-resumen con los momentos que la persona grabó en vida gracias a un chip insertado en su cerebro.
Frente a estas opciones frías y que borran súbitamente toda una biografía, hay otra perspectiva más interesante: ¿y si hubiese una red social dedicada a nuestros seres queridos fallecidos? Una especie de cielo online de los muertos. Igual que tenemos nuestros perfiles online en vida, podríamos contar con uno cuando esta llegue a su fin…
Resumiendo un poco, Alife es una red social pensada para crear el perfil de una persona que ha fallecido y a la que queremos mantener en la memoria, compartiendo fotos, vídeos, textos, palabras, anécdotas y otros materiales entre familiares y amigos.