¡Buenos días! Hablemos de compiladores de CSS, seguro que a estas alturas ya habéis escuchado todas las virtudes y las maravillas de los Compiladores de CSS pero nunca viene de más una pequeña explicación más mundanas y apta para todos los públicos.
Simplemente es un tipo de sintaxis que se parece más a la programación habitual.
Lo cual nos permite dejar de repetir código e introducir variables, por ejemplo si vamos a utilizar #EDA03B aproximadamente unas 22.786 veces en nuestro código por que no simplificarlo a $Amarillo: #EDA03B; lo cual nos ahorraría tener que recordar el código de color y en caso de necesitar un cambio de color solo tendríamos que cambiar una línea.
La ventaja es que esta sintaxis no se diferencia mucho del CSS original, lo único que ahorra tiempo a la hora de escribirlo y también permite según nuestras necesidades escribir el CSS convencional. Eso sí, si usamos cualquiera de los compiladores, deberíamos tener muy clara la estructura que va a seguir nuestro proyecto para que el código nos quede aseado, majo y lo más claro posible.
A día de hoy existen dos grandes referentes de compiladores de CSS, SASS y LESS.
Less trabaja en el lado del cliente y es más conocido por eso, aunque también podríamos ejecutarlo desde el lado del servidor con Node.js o Rhino . En el lado del cliente lo haremos llamando a la hoja de estilos con extensión .less y luego al script de less.js
Si queremos trabajar en el lado del servidor, tendríamos soluciones como la de Sass. En este caso necesitarás un servidor de Ruby, una vez instalado podemos instalar SASS con la consola de comandos.
A partir de ahí tendremos la posibilidad de trabajar con dos tipos de archivo, uno es el .SCSS y el otro .SASS. La segunda es un poco más antigua y tiene una sintaxis más similar al CSS tradicional.
Bueno creo que con estas pequeñas explicaciones ya podeis entender un poco mejor de que trata el tema de los compiladores de CSS.